Aceites, Historia

Origen del aceite de oliva: Su huella en la historia de la humanidad

En algún momento impreciso, hace más de 6,000 años, una mano anónima prensó una aceituna silvestre entre dos piedras, tal vez por accidente, tal vez por intuición. De esa presión brotó una sustancia dorada que, desde entonces, cambiaría el curso de la alimentación, la medicina, la espiritualidad y el comercio. ¿Quién fue esa persona? ¿Dónde ocurrió aquel primer gesto? En esta crónica humanizada, recorremos las sendas arqueológicas, botánicas y culturales para desentrañar uno de los legados más duraderos de la humanidad: el origen del aceite de oliva.

CAP I: La primera semilla – Geografía del olivo

El olivo, conocido científicamente como Olea europaea, es un árbol resistente, longevo y simbólicamente cargado. Su origen silvestre se sitúa en la región oriental del Mediterráneo, en el Levante: una franja que hoy incluye Siria, Líbano, Palestina e Israel. Esta zona forma parte del llamado Creciente Fértil, considerado la cuna de la agricultura.

Los estudios genéticos y arqueobotánicos sugieren que el olivo fue domesticado por primera vez hacia el 6.000 a.C. en la región de Galilea y las colinas costeras del actual Líbano. Los arqueólogos han encontrado huesos de aceituna carbonizados en asentamientos neolíticos como Kfar Samir (Israel) y Byblos (Líbano), que confirman el uso temprano del fruto. Sin embargo, no era todavía aceite.

CAP II: Origen del aceite de oliva – Las primeras prensas

Las primeras evidencias del aceite de oliva como producto separado datan de alrededor del 4.500 a.C., halladas en Ein Zippori (Israel) y en las costas de Siria. En estos yacimientos se descubrieron fragmentos de ánforas con residuos de lípidos específicos del aceite de oliva. Las técnicas primitivas de extracción probablemente consistían en machacar las aceitunas en morteros de piedra y luego recoger el aceite que subía a la superficie tras el reposo del mosto.

¿Quién inventó el aceite de oliva? No hay nombre, no hay estatua. Solo el eco de una comunidad agrícola que descubrió que este jugo podía conservarse, encender lámparas, curar heridas y dar sabor a la comida. Fue una invención colectiva, nacida del ingenio agrícola de pueblos prehistóricos del Levante.

CAP III: Egipto, Mesopotamia y el aceite sagrado

En el Egipto faraónico, ya hacia el 2.500 a.C., el aceite de oliva era importado desde Canaán como bien de lujo. Las tumbas de nobles contienen ánforas selladas con inscripciones que mencionan aceite como ofrenda a los dioses y los muertos. Aunque el Egipto antiguo usaba otros aceites vegetales (como el de ricino), el de oliva ocupaba un lugar especial en lo ceremonial.

Mientras tanto, en Mesopotamia, las tablillas cuneiformes mencionan el aceite como ingrediente en perfumería y ungüentos. Pero el clima de la llanura mesopotámica no favorecía al olivo, que seguía siendo un bien de importación.

CAP IV: Minoicos y micénicos – La economía del olivo

En la isla de Creta, los minoicos (3000–1450 a.C.) fueron pioneros en el cultivo sistemático del olivo. En los palacios de Cnosos y Festo se han hallado grandes vasijas llamadas pithoi, usadas para almacenar aceite. Los frescos representan árboles de olivo y actividades de recolección, prueba de su centralidad económica y simbólica.

Los micénicos heredaron esta cultura y la expandieron por el Egeo. En sus tablillas de arcilla en Lineal B aparecen referencias a la distribución y almacenamiento del aceite, que era usado en la cocina, como combustible y en rituales.

origenes del aceite

CAP V: Fenicios y griegos – Expansión por el Mediterráneo

Los fenicios, incansables navegantes y comerciantes, llevaron el olivo a Chipre, Sicilia, Cerdeña, el norte de África y la península ibérica desde el 1100 a.C. Su habilidad para establecer enclaves costeros facilitó la difusión del cultivo.

Por su parte, los griegos hicieron del olivo un símbolo nacional. Según la mitología, Atenea regaló el olivo a los atenienses, y desde entonces, su fruto fue sagrado. En el siglo VIII a.C., Homero ya describía el aceite como “oro líquido”. Los griegos fueron los primeros en documentar técnicas de cultivo y prensado, creando verdaderas industrias agrícolas.

CAP VI: Roma – La globalización del aceite

Los romanos no solo adoptaron el olivo: lo estandarizaron. Convirtieron el cultivo y la producción en una red imperial, con Hispania, África y la actual Italia como centros clave. Establecieron normas de calidad, tipologías de ánforas (como las Dressel 20) y sistemas de distribución que llegaron hasta Britania.

Para el siglo I d.C., el aceite era tan esencial en Roma como el trigo. Se usaba para la alimentación, como base de productos cosméticos, en la iluminación, en medicina y en ritos religiosos. El aceite dejó de ser un bien de lujo para convertirse en un bien de necesidad.

CAP VII: El legado del Oriente en el origen del aceite

A pesar del protagonismo de Grecia y Roma, no debemos olvidar a los pueblos que mantuvieron viva la llama del olivo en el Oriente. Judíos, árabes, armenios y sirios conservaron las tradiciones agrícolas durante siglos de guerras y ocupaciones.

Los textos del Antiguo Testamento mencionan el olivo como símbolo de paz, justicia y vida. El Islam, por su parte, lo eleva a categoría divina: el Corán lo cita como “árbol bendecido”. Los árabes, además, introdujeron nuevas técnicas como la decantación múltiple y mejoraron las prensas hidráulicas.

aceite de oliva en la antiguedad

CAP VIII: El olivo en la cultura y la mente humana

El aceite de oliva es uno de los pocos alimentos con carga simbólica universal. Representa paz (la paloma con la rama de olivo), purificación (los reyes ungidos con aceite), sacrificio (las lámparas del templo) y salud (en la dieta mediterránea).

Desde un punto de vista antropológico, pocos productos han conectado tantos aspectos de la vida humana: alimentación, higiene, religión, economía y medicina. Su presencia constante en los textos antiguos no es casualidad: el olivo representa continuidad en un mundo en cambio.

ENTONCES… ¿Quién inventó el aceite de oliva?

El aceite de oliva no fue inventado en un día, ni por una sola persona. Fue el resultado de miles de años de observación, ensayo y error, necesidad y creatividad. Fue una respuesta sabia a la pregunta: “¿Qué más puede darme este árbol resistente y generoso?”

Fueron los agricultores del Neolítico en Galilea, los comerciantes fenicios, los agricultores minoicos, los alquimistas árabes y los emperadores romanos. Todos ellos, de alguna manera, lo inventaron. Y nosotros, al verter unas gotas sobre una ensalada, al frotarlo en la piel o al encenderlo en una lámpara, seguimos siendo parte de esa historia compartida.

13 comentarios en “Origen del aceite de oliva: Su huella en la historia de la humanidad

  1. Isabel dice:

    Es super interesante.

  2. Pepe Gorbea dice:

    Ahora cada vez que lo use, me acordaré de los egipcios, los minoicos y los micénicos. Gracias por compartir este pedazo de historia con nosotros.

  3. Asun Iniesta dice:

    Jamás me imaginé que tuviera un pasado tan rico y antiguo, cada día se aprende algo nuevo

    1. Patricio De La Torre dice:

      Totalmente de acuerdo! Viva el aceite de oliva!

  4. Oscar dice:

    Es increíble pensar que algo que usamos a diario tiene tal importancia en la humanidad.

  5. Izan Perea dice:

    Increíble cómo el aceite de oliva ha estado tan presente en la historia de la humanidad. Nunca lo hubiera imaginado. ¡Bravo por la investigación!

  6. Ignacio dice:

    Me encantó leer sobre el origen del aceite de oliva. Me hizo recordar a mi abuela contándome historias de cómo sus padres solían hacer su propio aceite en casa. Ahora vas al supermercado y esta cada vez más caro. Todos deberíamos hacer nuestro propio aceite.

  7. Marc Valls dice:

    Las primeras prensas de oliva me parecen maravillas de la ingeniería. No sabia que rondaba los 6000 años, es totalmente fascinante.

  8. Olaitz Tejares dice:

    Que historia tan rica. Me hace apreciar cada gota en mi ensalada un poco más. Viva el olivar carajo!

  9. Toribio Barrero dice:

    El artículo es impresionante, me ha abierto los ojos a la importancia del aceite de oliva en la historia de la humanidad. Jamás pensé que algo tan cotidiano tuviera un origen tan rico y trascendental. Me encantó el recorrido por las diferentes culturas y su relación con el olivo. ¡Bravo por este gran trabajo!

    1. Félix Yuste dice:

      Totalmente de acuerdo contigo. Me ha dejado pensando en todas las cosas cotidianas que damos por sentado. buen artículo.

  10. Andrés dice:

    Quién hubiera pensado que una simple oliva podría tener un impacto tan profundo en la civilización. Me encantó la parte sobre las primeras prensas, eran una verdadera obra de ingenio!

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